Carta abierta a Pablo Iglesias desde Nicaragua

Risultati immagini per Nicaragua Sandinistapor Walter Augusto Solís Aguilar

Estimado Pablo Iglesias,

Desde Nicaragua he presenciado el surgir y la evolución de Podemos y de su figura en España como un soplo de aire fresco en la arena política internacional y como una novedad positiva para la construcción de un mundo capaz de superar las limitaciones estructurales que nos han arrastrado a la crisis civilizatoria actual, de profundo calado social, económico y medioambiental.

Sin embargo, tras su reiterada intermitencia con temas que no abordaré en esta carta y, finalmente, su reciente posicionamiento en el programa Fort Apache en relación a la crisis que estamos viviendo en Nicaragua[1], he de decir que me ha provocado una gran decepción, llevándome a cuestionar seriamente las posibilidades de su partido para ofrecer una alternativa política a la ciudadanía española, y para que su país desempeñe a nivel internacional un papel más reivindicativo por la justicia y la paz, que el que ha venido jugando en las últimas décadas, especialmente de cara a los pueblos latinoamericanos.

En primer lugar, quiero recriminarle su falta de sensibilidad y la de sus contertulios para con las personas que estamos viviendo esta campaña del terror en Nicaragua, ya que en sus intervenciones ignoraron en gran medida las decenas de ataques terroristas que hemos sufrido en este país en los últimos dos meses, los cuales nos han dejado un saldo de 198 vidas segadas hasta el momento y cuantiosos daños a la infraestructura, especialmente a la infraestructura pública, cuya estimación asciende a los 183 millones de dólares aproximadamente, según el último informe oficial[2], lo que equivale al 1.3% del PIB nicaragüense del año 2017. En un momento como el que estamos atravesando en Nicaragua, centrar su programa en las críticas a la figura y el liderazgo de Daniel Ortega, y en la historia política del partido del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), me resultó doloroso. Ignorar la abrumadora violencia de la que estamos siendo víctimas, y no sólo no denunciarla, sino incluso justificarla amparados en prejuicios culturales y en los errores del FSLN, es un desprecio absoluto a la dignidad de nuestro pueblo.

Centrar su programa en la cuestión de si nuestro país es o no sandinista, es seguir promoviendo clichés y jugar con la ignorancia del público de su programa. El sandinismo, además de ser una fuerza política de capacidad organizativa ejemplar, es una escuela de pensamiento político que surgió dando respuesta a las problemáticas propias de las naciones latinoamericanas. Ningún país, ni siquiera la cuna de Sandino, podría plantear que su población en bloque asume los valores sandinistas, porque eso equivaldría a decir que vivimos en un país de pensamiento unidireccional, sin disenso, en un país donde no se permite la divergencia ideológica y política. En Nicaragua, se lo aseguro, no vivimos en un país así. Está claro que tanto usted como sus invitados poseen un conocimiento bastante limitado sobre la diversidad política, religiosa, étnica y social que nos caracteriza.

Seguidamente, las críticas a la figura de Ortega en su quehacer político y en lo que respecta a su historia personal, muestran la parcialidad absoluta de sus invitados, alineados casi completamente con los discursos vertidos a la opinión pública por Sergio Ramírez, Ernesto Cardenal, Gioconda Belli o Carlos Fernando Chamorro, militantes todos ellos del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y enemigos acérrimos de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a los que profesan un intenso odio personal, para todos conocido. Daniel Ortega es un hombre, tan imperfecto como cualquier otro hombre, pero ha ganado tres elecciones en fila, limpiamente, y con un apoyo amplio de la ciudadanía. Su liderazgo político tanto dentro del FSLN como fuera de él, es incuestionable en Nicaragua, mal que les pese a ustedes y a las figuras del MRS. Así lo indican incluso las encuestas de alcance regional, entre ellas el Latinobarómetro, que en octubre del año pasado reflejaba una aprobación a la gestión del Gobierno nicaragüense del 67% de la población, la mayor de toda América Latina, y a mucha distancia de la aprobación a gobiernos como el de Uruguay (41%), Argentina (36%), Chile (33%) o Colombia (30%), por poner algunos ejemplos[3].

También fue evidente su alienación y la de sus invitados con los medios de alcance masivo vinculados al poder financiero y corporativo, como lo es El País en España, o El Nuevo Diario, La Prensa y el Confidencial en Nicaragua, estos dos últimos sostenidos inclusive por el apoyo financiero de instituciones de gobierno estadounidense, así que ya me dirá usted qué clase de libertad de pensamiento está promoviendo su programa en la audiencia española. Pareciera que no existieran otros medios donde conocer la lectura que está haciendo el gobierno de Nicaragua y que estamos haciendo los defensores de la soberanía de Nicaragua sobre los hechos acontecidos desde el 18 de abril. Pero los hay, lo que me lleva a concluir que el silencio de la mesa sobre la perspectiva de un golpe de Estado en Nicaragua, más que su torpeza intelectual, indica su complicidad con los poderes fácticos que nos están atacando.

Parece que también ustedes están satisfechos con la sociedad de juguete en la que quieren convertir a la ciudadanía global, incapaz de desarrollar un criterio propio desde el que interpretar la realidad política actual. La cantidad de hechos y detalles que cuestionan la versión mainstream de la “insurrección popular” y de las “protestas pacíficas” son tan abrumadoras, que no es posible ignorarlas. Pero usted y sus contertulios prefieren mirar hacia otro lado. Prefieren puntualizar los errores de Ortega y su partido, incluso dándose el lujo de emitir juicios sobre decisiones políticas que no se pueden comprender desde la realidad política española, reproduciendo una posición academicista y colonialista con la que – sinceramente – creía que usted no comulgaba. Me equivoqué. Incluso una de sus invitadas llegó a desacreditar la posición de Augusto Zamora, la única voz de la mesa que podría explicar el significado de las decisiones políticas tomadas por el FSLN en el pasado. No nos sorprende: como siempre, el academicismo español está por encima de la verdad de los pueblos latinoamericanos.

Tal como intentó explicarles el Sr. Augusto Zamora, las decisiones políticas que tuvo que tomar el FSLN para llegar al poder en el 2006 fueron necesarias para ganar esas elecciones y cumplir con el compromiso histórico del partido con sus bases, sumidas en la pobreza y la extrema pobreza a raíz de los estragos de la guerra contra EE.UU. en los 80, y del legado de las políticas y las prácticas de corrupción de los gobiernos neoliberales de los 90. Decisiones para muchos desagradables, pero necesarias, que se tomaron por el sentido de responsabilidad política del FSLN, para poder gobernar en este país e imprimir para Nicaragua un destino diferente al del resto de los países centroamericanos (Costa Rica incluida), enclaves del narcotráfico regional y vasallos del imperialismo en LAC.

Las críticas vertidas en su programa a los acuerdos políticos celebrados con Arnoldo Alemán y al modelo de gobierno nicaragüense, asentado en parte en las alianzas con la Iglesia católica nicaragüense y con el Consejo Superior de la Empresa Privada, desconocen la historia y el contexto social y político de mi país, que ha estado sujeto a la injerencia de EEUU desde la misma fundación de la República[4] en 1821 y que es de arraigada tradición católica, la cual nos fue impuesta a sangre y fuego por el colonialismo español. Sin esos acuerdos y alianzas políticas, tan criticados en el discurso de los sectores antisandinistas que ustedes han decidido reproducir como autómatas durante su programa, el FSLN no sólo no hubiera llegado al poder, sino que le habría sido imposible lograr la estabilidad política y económica necesaria para desarrollar un modelo de gobierno como el que se ha implementando desde el 2007, el cual ha logrado sacar de la pobreza al 17.6% de la población en el periodo 2009-2016, aumentar la cobertura eléctrica del 54% al 94% de la población en diez años e imprimir un ritmo de crecimiento estable cercano al 5% del producto interior bruto en los últimos nueve años.

Vincular al ciclo económico las mejoras en las condiciones de vida del pueblo nicaragüense sin reconocer los logros de la gestión pública del gobierno – como hizo uno de sus panelistas – es desconocer que Nicaragua ha superado su condición como el segundo país más pobre de toda América Latina y del Caribe, en una región asolada por la inseguridad y la pobreza: según los datos del CEPAL[5], mientras la pobreza en Guatemala y Honduras alcanzaba a un promedio del 60% de sus poblaciones respectivas para el 2014, en Nicaragua vivían en esta condición el 29% de la población y la extrema pobreza alcanzaba al 8%. Por el contrario, en Honduras la extrema pobreza alcanza al 44% de su población, y en Guatemala al 30%. Pero ustedes prefieren cuestionar las decisiones económicas del gobierno nicaragüense, reproduciendo sin filtros las críticas repetitivas y vacías de los opositores del FSLN. Dígame usted qué gobierno ha sido capaz de construir un modelo económico desvinculado del capitalismo neoliberal que nos ha absorbido a todos. Solamente Cuba ha logrado mantener un modelo así, y todos sabemos el costo enormísimo que ha tenido que pagar el pueblo cubano por defender su soberanía.

Al contrario de usted, Daniel Ortega siempre ha sido consecuente con sus principios, apoyando a los gobiernos que –como Nicaragua – se han distanciado de los lineamientos políticos de EE.UU. De igual manera, siempre ha promulgado y llamado a la unidad de los pueblos latinoamericanos y exigido el derecho a la autodeterminación de los mismos. Ustedes no pueden comprender el valor de este compromiso del gobierno sandinista y de Daniel Ortega a nivel regional, porque nunca han experimentado el acecho de la potencia del norte, sino que más bien ustedes mismos son los aliados de esta potencia, herederos de un pasado colonialista y hacedores de un presente injerencista sobre los países latinoamericanos, como bien pudimos observar a través del golpe de Estado a Chávez en el 2002, el apoyo de la Embajada española a los liberales en las elecciones de Nicaragua del 2006, o través de su falta de compromiso con la defensa de los valores democráticos durante el impeachment a Fernando Lugo en Paraguay en el 2012.

La defensa de la soberanía nacional y de la unidad latinoamericana, y la lucha contra el empobrecimiento de las mayorías excluidas en Nicaragua, son los verdaderos principios del sandinismo, que ustedes no son capaces de identificar y que los intelectuales del MRS – que ustedes tanto admiran – no pueden compartir, a pesar de quererse llamar sandinistas, porque ellos son parte de esa minoría de la burguesía criolla que ha mantenido y se ha beneficiado de esas condiciones de explotación sobre las mayorías empobrecidas de Nicaragua. Ahí deben encuadrar ustedes la posición de Ernesto Cardenal o de Gioconda Belli, cuyo poema dio entrada al debate sobre la crisis nicaragüense en su programa. Me imagino que antes de dar legitimidad a las palabras de la Sra. Belli, se dio a la tarea de estudiar un poco su historia familiar. Sabrá por tanto que las políticas puestas en marcha por su hermano Humberto Belli, exministro de educación en los 90 y miembro del Opus Dei en Nicaragua, supusieron la expulsión de miles de niñas, niños y jóvenes nicaragüenses del sistema escolar, cuya privatización fue casi absoluta[6]. Que privilegio para la Sra. Gioconda haber nacido en la familia Belli y que sus hijas no hayan tenido que sufrir los “costos” sociales de las decisiones políticas de su tío. Muchos otros nicaragüenses nacidos a finales de los 70 y en los 80, no han tenido esa misma suerte.

Reflexionando sobre la coherencia del ideario político de la Sra. Gioconda Belli quien, por cierto, es ciudadana norteamericana residente en EEUU desde la década de los 90, doy por sentado que tanto usted como sus invitados, en sus profundas lecturas sobre la historia política de mi país, pudieron darse cuenta de que el partido político en el que milita la Sra. Gioconda se presentó a las elecciones nacionales del 2016 en alianza con el Partido Liberal Independiente. Imagínese Sr. Iglesias, es como si su partido se hubiera presentado en alianza con el Partido Popular a las elecciones. Una total incoherencia. ¿Qué sandinismo puede profesar esta señora y los colegas de su formación política si se prestan a concurrir a unas elecciones en alianza con la extrema derecha nicaragüense? No puedo comprender la hipocresía de la Sra. Belli al llenarse la boca reclamando para sí misma y para los suyos la fidelidad al verdadero ideario sandinista, cuando su política se ha caracterizado por una total incoherencia con estos valores.

Pero ustedes prefieren hacerse los tontos, los ciegos y los sordos, y tragarse el producto mediático que con sus tintes revolucionarios ha encandilado a los programas de análisis políticos orientados al consumo de masas, como el suyo. Prefieren faltar a la ética y mantener al pueblo español en la ceguera histórica, en la ignorancia y en su ausencia de toda responsabilidad en la conformación del sistema mundo y de su esquema de poder, el mismo que nos llevado hasta dónde estamos y que ustedes con su complicidad han elegido seguir reproduciendo.No vaya a ser que se rompa el encantamiento de su impostura, de su coleta, de sus camisas blancas y de su incapacidad para plantar cara al legado histórico que hemos heredado, y que continuaremos arrastrando porque, desde aquí, nos ha quedado bien claro el lugar que usted ha decidido jugar en la historia. Un package atractivo sin mucho contenido.

Desde la Nicaragua diversa, multiétnica, multilingüe y solidaria,

Walter Augusto Solís Aguilar

Anclar al bolívar

Risultati immagini per marcha chavistapor Pasqualina Curcio
@pasquicurcio

Es sujetar algo firmemente al suelo o a otro lugar. Así lo define la Real Academia Española. En términos económicos, los mismos reales académicos de nuestra lengua la definen como “fijar el valor de un bien o de un servicio para evitar que su fluctuación incida sobre otros valores”.

También se refieren los académicos a lo que denominan “faltar un ancla” y lo definen como “romperse o desprenderse del fondo haciéndose inútil”. Para que un ancla cumpla su objetivo deben darse dos condiciones, especialmente en medio de un fuerte temporal: 1) que sea una buena ancla, que no se rompa, o que nadie logre romperla; 2) que se sujete en un lugar firme, no movible. Al echar anclas no es igual que ésta llegue al fondo o que se sujete en una boya, a menos de que exista total certeza de que esa boya esté muy bien aferrada al fondo.

Echar ancla al bolívar, en medio de este tsunami, debe garantizar que su material sea lo suficientemente resistente para evitar que las tenazas que diariamente aparecen en los portales web logren romperla. Debe garantizar también que el ancla llegue a un lugar firme.

Si anclar el bolívar al petro se está entendiendo como fijar un valor de la moneda con respecto al mencionado criptoactivo, se requiere una tasa de conversión, la cual debe fijar y establecer la autoridad monetaria. Esta tasa equivale al ancla. Cómo se calculará dicha tasa garantizará que pueda ser sometida o no a las tenazas de los portales web.

¿Se utilizará como referencia el tipo de cambio del Dicom, de la anunciada tasa para las casas de cambio, el implícito, o será tan arbitrario como el nivel de salarios que soñamos para los venezolanos? Cualquiera de estas modalidades, en medio de esta ola gigantesca, pudiese ser vulnerada por nuevos portales web.

¿Se referenciará el valor del bolívar con respecto al petro en función de las cantidades de ambos, es decir, se realizará una equivalencia entre la cantidad de bolívares que circulan actualmente en la economía con respecto a la cantidad de petros? ¿Cuántos petros se han minado, o pre minado? ¿Minar y minar petros, en esta equivalencia, apreciará el bolívar? ¿Será buena la calidad del material minado, o por el contrario hará agua, o tal vez burbujas?

Garantizar que el petro esté muy bien aferrado al fondo, es también condición para no “faltar el ancla” y llevar este barco a buen puerto.

En este relato los protagonistas son el barco, el ancla y el fondo (o boya). Equivalen al bolívar, la tasa de conversión y el petróleo (o petro). Los barcos jamás cumplen la función del fondo, porque de él se aferran, no intercambian roles. Entendemos, entonces, que no se intercambiarán bolívares por petros. De ser así, el relato cambiaría, sería el de un portaaviones llevando divisas hacia islas paradisíacas.

(VIDEO) Entrevista al Constituyente Julio Escalona

Chávez, un nuevo aniversario de su nacimiento

Risultati immagini per marcha chavistapor Atilio Boron

Un día como hoy, 28 de julio, pero de 1954 nacía en Sabaneta, Estado Barinas, Hugo Rafael Chávez Frías. Retomo algunas palabras pronunciadas hace un par de años pero que el paso del tiempo no hizo sino reafirmarlas. Chávez fue un líder enorme de la Patria Grande; un digno discípulo de Bolívar y por su capacidad didáctica aventajado alumno del gran educador del Libertador, Simón Rodríguez. Con Chávez la historia venezolana y de gran parte de Nuestra América abre un nuevo capítulo. La larga marcha iniciada casi exactamente un año antes del nacimiento de Chávez con el asalto al Moncada, el 26 de Julio de 1953, y que luego tuviera como sus hitos fundamentales la guerrilla de Sierra Maestra y el triunfo de la Revolución Cubana, esa marcha, decíamos, recibió un impulso decisivo cuando Chávez asumió la presidencia de Venezuela y se convirtió en el Gran Mariscal de Campo que, con su visión de águila, Fidel había descubierto cuando la izquierda latinoamericana no daba un cinco por el de Sabaneta. Y el Comandante, como estratega continental, acertó en su elección porque Chávez cumplió con creces esa función en la crucial batalla librada contra el ALCA en Mar del Plata, en Noviembre del 2005. Batalla que marcaría un hito en nuestra larga e inconclusa marcha por la Segunda y Definitiva Independencia de Nuestra América.

Tenemos una inmensa deuda con Chávez: haber reinstalado el tema de la actualidad del socialismo cuando el neoliberalismo campeaba sin contrapesos en Nuestra América; haber potenciado extraordinariamente el sentimiento antiimperialista dormido por siglos y que Cuba había despertado con su heroica revolución; haber rescatado la centralidad de la unidad de nuestros pueblos y plasmado en instituciones concretas el ideario nuestroamericano como el ALBA, la Unasur, la Celac, Petrocaribe, Telesur, el Banco del Sur, etc. Fue por eso que se convirtió en el enemigo público número uno del imperio, cosa que marca definitivamente la gravitación universal del bolivariano por contraposición a la absoluta indiferencia que Washington le concede a la inocua ultraizquierda vociferante de América Latina, esa que hizo de su visceral crítica y repudio a Chávez el leitmotiv de su existencia. Este pagó con su vida su audacia revolucionaria, su lucha cotidiana, alejada de la vacía retórica de sus desastrados críticos.

Por eso a Chávez lo mataron con un cáncer de laboratorio, como lo ha comprobado, definitivamente, el libro de Astolfo Sangronis Godoy, “La Muerte de Hugo Chávez. La vida por su pueblo” . Washington, un contumaz asesino serial, también intentó hacerlo mismo con René Preval (Haití); Lula y Dilma Roussef (Brasil), Fernando Lugo (Paraguay). El caso de Cristina Fernández, de Argentina, no es exactamente igual pero el tumor que le afectó la tiroides despertó la suspicacia de muchos. En todo caso, que el cáncer se hubiera transformado en una “enfermedad contagiosa” que afecta sobre todo a los líderes antiimperialistas de la región alimenta todo tipo de sospechas sobre la inescrupulosidad de los recursos a los que apela el imperio para eliminar a quienes no están dispuestos a convertirse en ejecutores de sus designios en la región.

Por eso Chávez, como Bolívar, vivirá eternamente en el corazón de nuestros pueblos. Fue un líder extraordinario pero, por sobre todas las cosas, una buena persona, un hombre honrado, transparente y profundamente humano: inteligente como pocos, amigo fidelísimo, dotado de un fino sentido del humor; lector insaciable y apasionado al punto tal que sólo Fidel se le compara en este punto; dueño de una memoria fabulosa capaz de recitar poesías y cantar sin parar hasta el amanecer; hombre de pueblo, profundamente de pueblo y capaz como muy pocos de comunicarse con su gente y entender sus vivencias, sus emociones y sus necesidades. Por eso Chávez fue Chávez, y por eso Chávez es pueblo, en Venezuela y en toda América latina y el Caribe. En Nuestra América decir Chávez es decir pueblo. Su nombre ha entrado definitivamente por la puerta grande de la historia. Por eso recordamos hoy su natalicio y nos basta saludarlo con un ¡Hasta siempre, querido Comandante Eterno!

El ruido campesino ¿romperá el silencio?

por Julio Escalona* 

Para mí no es sorprendente que lo que esté movilizando a movimientos sociales de la capital, sea una marcha campesina que viene desde Guanare. ¿Conmoverá a Caracas? Lo cierto es que ha conmovido pueblos por donde viene cruzando ¿Por qué no una marcha de los obreros petroleros, de los siderúrgicos? La respuesta merece una investigación seria. Me atrevo a adelantar, como una, entre otras hipótesis, que el peso de la burocracia sindical en esos sectores es muy marcado y es un freno.

Ella podría significar un juicio a los más de 18 años de agricultura desarrollada por el chavismo y a quienes la han dirigido ¿Por qué seguimos dependiendo de las importaciones de caraotas, azúcar, arroz… incluso para las cajas Clap? Productos que llegamos a exportar. La ANC debe ocuparse de esto y llamar ante ella a los responsables para que den explicaciones.

En documentos que he recibido de los marchistas se dice: “Ya basta, es el momento de hacer los cambios que nos permitan avanzar… Sentimos que muchos representantes del gobierno están jugando al fracaso”.

La “marcha admirable” ha comenzado a hacer historia y yo creo que puede ser un principio del retorno del pueblo a la calle, no sólo para hacer campañas electorales. Nos atreveremos a organizar una nueva “Campaña Admirable”, que saldría pacífica y cívicamente desde todos los rincones del país para liberar al gobierno bolivariano, respaldar al presidente Maduro, poniendo miles de hombres y mujeres en Caracas, contra la intervención imperial, de la oligarquía neogranadina y la derecha incrustada en el gobierno. Con todas las fuerzas patrióticas que puedan unirse en torno a consignas antimperialistas y por la defensa de la patria ¿Nos atreveremos? Vamos a dialogar sobre esta posibilidad pues la amenaza imperial también puede ser enfrentada con un pueblo en la calle defendiendo la constitución bolivariana. Su primera tarea sería derrotar la guerra de precios, crear nuevas opciones para el transporte, la salud, las medicinas, la energía… en unión cívico-militar pacífica, pero dispuesta para la batalla en cualquier terreno. Combinando la acción diplomática, con la producción, la educación y levantando los valores espirituales interreligiosos e interculturales que son el sustrato de nuestro pueblo.

* Constituyente de la Asamblea Nacional Constituyente de la República Bolivariana de Venezuela

¿Qué ha hecho la ANC en su primer año?

Immagine correlatapor Luis Enrique Araujo*

Todas las transformaciones sociales históricas han generado conflictos y grandes mortandades. De hecho el propio Marx señaló a la violencia “como la partera de la sociedad vieja” y es que si medimos los grandes acontecimientos históricos en número de muertos nos encontramos que mientras mayor es el impacto de la transformación más aterradoras resultan las matanzas, a continuación algunas cifras.

La Revolución Francesa que trajo consigo la instauración de las Repúblicas generó al menos 15 mil asesinatos directos. Hechos que culminaron con la muerte de más de 3 millones de personas en las guerras napoleónicas. La Revolución Bolchevique, proceso que trajo consigo la instauración del primer sistema socialista probablemente dobló esa cifra, y luego se triplico en millones de muertes producto de la segunda Guerra Mundial, no del modelo que implementaba. Mientras que el proceso de independencia nacional, aunado a la guerra federal superó los 700 mil muertos. Datos que se hacen importantes para entender la magnitud de la actual Asamblea Nacional Constituyente. Prosigamos.

La represión en Venezuela durante el puntofijismo superó los 5 mil asesinatos. La invasión de Panamá superó las 4 mil muertes. La dictadura en Argentina superó los 30 mil desaparecidos. La dictadura instaurada en Chile a partir de 1973 superó los 40 mil asesinatos. La guerra civil colombiana a partir del Bogotazo supera las 220 mil muertes. Y aunque miles quisieran que nuestro destino sea igual a los comuneros de parís, nosotros insistimos en cambiar la sociedad actual por la vía pacífica.

Disculpen lo odioso de cuantificar los saltos históricos en número de muertes. Pero es que si al caso vamos, Venezuela tiene más recursos naturales, condiciones geográficas, principios e ideales que los que han generado todas las guerras promovidas por los intereses imperiales a lo largo de la historia de la humanidad. Además de ser vanguardia en el nuevo modelo constitucional que hoy se estudia en el mundo entero. Por menos que eso fueron exterminados pueblos enteros por el Imperio Romano, Persa, Árabe, Mongol y el de los EE.UU o alguien tiene dudas de que el pueblo libio, iraní o afgano están destruidos.

Sin embargo nosotros luego de casi 20 años y la muerte de nuestro líder supremo seguimos ondeando nuestra bandera de respeto a nuestra soberanía y de una nueva sociedad participativa y protagónica ante el imperio más hostil de toda la historia humana. Imperio que ya nos acusó de ser su amenaza extraordinaria. Porque ciertamente nuestro modelo democrático participativo y protagónico de implementarse en el mundo pondría en jaque la moribunda democracia representativa burguesa. Motivos que explican porque ésta ha levantado todos sus organismos mundiales contra nosotros y nos atacan de forma despiadada. Entendiendo que la única forma de derrotarnos es dividiéndonos y algunos camaradas, tal vez ciertamente muy chavistas, caen redonditos en el viejo método imperial.

Hoy a pesar del cruel bloqueo y la hostil guerra de precios, nuestro modelo de democracia chavista se ve y se ejerce diariamente en nuestros barrios, campos, caseríos, calles, metro, parques, plazas y hasta en tascas. Incluso en los medios digitales, prensa escrita, radio, televisión tanto privados como del Estado y no genera ni un solo muerto, ni un perseguido, ni desaparecido. Nadie escapa a la nueva sociedad empujada por Chávez, y así les guste a algunos o no, sigue empujando Nicolás Maduro mientras enfrenta todas las embestidas imperiales sin caer en el terreno de la derecha, ni de la radicalización de izquierda a la que pretenden que lleguemos para que inicie ya la confrontación convencional financiada por el imperialismo.

En fin sumando todas las muertes originadas desde la heroica rebelión militar del 4 de febrero de 1992, los del golpe de 2002, los asesinatos selectivos y los ocasionados por la estérica contrarrevolución 2013, 2014 y 2017 no se llegan ni a mil muertos y esto es decir bastante dada las tres constituciones en el mundo que hemos parido. El movimiento bolivariano mundial que sigue constituido y la esperanza permanente que seguimos siendo para el mundo. Tal vez nuestra corta vida biológica en comparación con los largos periodos históricos no nos permita verlo así. Pero es necesario un esfuerzo para entender el inmenso avance que significa para la humanidad seguir impulsando una verdadera democracia Participativa y Protagónica bajo un total clima de paz, a costa de aguantar tan sólo un poco más. Concluyo.

No es posible la existencia del Capitalismo sin un Estado como de la misma forma no es posible el socialismo, ni mucho menos el comunismo con este Estado. Si algo está haciendo la ANC y el presidente Maduro es permitiendo que estas contradicciones se manifiesten de forma pacífica, impactando en la conciencia crítica del ser social, mientras transforma el horror de la muerte en la resistencia valiente de un pueblo. Trasladando el escenario de Guerra convencional, al de guerra de resistencia donde cada día que nos mantenemos juntos seguimos salvando vidas y derrotando los planes hegemónicos del imperialismo. Tal vez a algunos no le parezca mucho, pero visto en proporciones de muertes en procesos históricos, desde mi humilde punto de vista, sólo este año han hecho bastante. Por ello gracias ANC y gracias Nicolás. Ambos actores en dimensiones históricas, estoy seguro como lo dijo nuestro Fidel, serán absueltos.

* Constituyente – Presidente de la Subcomisión de Comunicación Internacional de la Asamblea Nacional Constituyente de la República Bolivariana de Venezuela

Un silencio con mucho ruido

por Julio Escalona

Hemos hecho críticas constructivas, propuestas, alertas sobre peligros y eventuales errores, en fin, varios hemos tratado, como constituyentes, de cumplir con un mandato del pueblo. Pero nos enfrentamos a un muro de indiferencia. Que parece inspiró a Roberto Malaver en su artículo, “Preguntando”, del que soy solidario.

En nombre de los que me eligieron, he denunciado la crisis del transporte público y propuesto soluciones de emergencia, en tanto se toman medidas estructurales. Igual sobre la crisis de la salud y los hospitales, del agua, de la energía eléctrica, de la basura, sobre los precios, sobre la pobreza… No me respondan a mí.

Respóndale al pueblo que me eligió, al pueblo al que le deben los cargos que ejercen. Díganle por lo menos cuando estará resuelto el problema del agua, de la electricidad, de los hospitales, de los precios…

Nueve meses hablando de precios acordados, pero los precios aumentan todos los días y no hay salario que permita a mucha gente el consumo mínimo de calorías. Eso es lógico, pues los grandes empresarios, coaligados con Trump, lo que quieren es derrocar al gobierno, no resolverle problemas al pueblo. ¿No será que simulan una negociación para arrancarle concesiones al gobierno? ¿En fin, no se acuerdan precios porque se acepta que el mercado los equilibrará? ¿No se combate la especulación, que sobreacumula capital porque se supone ilusoriamente, que esos excedentes de capital serán invertidos en la producción de bienes y servicios que se “derramarán” sobre la sociedad?

Este debate está en la calle, con las palabras de la gente común. Atrévanse a viajar en el metro y vean el grave deterioro. Escuchen a la gente.

Ya se está planteando que la ANC convoque a vicepresidentes y ministros a que se presenten ante ella. El pueblo debe apoyar a la ANC utilizando los Art. 5°, 6°, 70° y 51°, constitucionales. El gobierno de calle debe transformarse en poder de la calle, sin violencia, no para derrocar al gobierno sino para fortalecerlo y corregir el rumbo, siguiendo el mandato de “comuna o nada” y sin sectarismo, gobernar con todos las clases y capas sociales, que defiendan la soberanía e independencia de la patria.

Como manifestación de solidaridad con el presidente Maduro, he tratado de ponerle palabras a la angustia-rabia-esperanza de la gente. No espere más.

¿Es posible un nuevo “ciclo progresista” en Nuestra América?

Risultati immagini per marcha chavistapor Miguel Mazzeo*

Estamos ante un nuevo episodio de la crisis del capitalismo dependiente en Nuestra América. Una crisis que está relacionada de manera directa con la crisis mundial del capital y con las modalidades que asume la acumulación en la fase de descomposición sistémica. La voracidad cada vez más descontrolada del capitalismo, acentuada en el mundo periférico, es una señal demasiado evidente como para pasarla por alto. Las estructuras del capitalismo se nutren de cadáveres, y son insaciables. No hay indicios de una inminente expansión del capital capaz de articular crecimiento con bienestar. Todo lo contrario: el proceso de mercantilización se acelera y amplía su espectro de espacios a degradar: territorios, culturas, cuerpos. Asistimos al retorno de las viejas formas de explotación y a la irrupción de otras nuevas. El capitalismo actual exhibe su faceta de sistema no sustentable. Destruye todo lo que toca. Lucra destruyendo.

Al mismo tiempo, se pone de manifiesto un nuevo ciclo de resistencia de los pueblos. Se agudizan las contradicciones inmanentes a las formaciones sociales del capitalismo dependiente. Se intensifica la lucha de clases “desde abajo”, especialmente en Nuestra América. ¿Se desarrollará una nueva conciencia combativa? ¿Podrán las clases dominantes neutralizar la dirección y el sentido de este proceso?

En este contexto histórico regional y mundial, consideramos que los proyectos políticos que asumen el horizonte de la conciliación de clases tienen alas de plomo. ¿Existen condiciones materiales y geopolíticas para conformar alianzas pluriclasistas capaces de garantizar nuevas gestiones progresistas para un nuevo ciclo? ¿Existen condiciones para retomar los esquemas neo-desarrollistas? Sostenemos que no. Si comparamos con la situación que se presentó a comienzos del siglo XXI, se pueden percibir, sin mayores esfuerzos, modificaciones en aspectos sustanciales.

Paradójicamente, mientras en Nuestra América y en el mundo toma forma una ofensiva reaccionaria que muestra impúdicamente los signos de una agresividad inédita, mientras se tornan cada vez más evidentes las aristas belicistas y depredadoras del proyecto del Imperio, mientras la guerra del capital contra el trabajo asume visos intolerables y se anuncia un tiempo en el cual la crisis tiende a arrasar con toda estrategia conciliadora, cobran cada vez más fuerza los proyectos “capital friendry” que aspiran a producir una nueva “oleada progresista” y un nuevo ciclo de reformas desde arriba sostenido en alianzas pluriclasistas, en “pactos sociales”, en aspiraciones neo-desarrollistas y en discursividades que apelan a los lugares comunes pequeño-burgueses y paternalistas. Estos proyectos que incrementan día a día su aura de alteridad, contemplan tanto el retorno (Argentina, Brasil, Paraguay, algunos incluyen a Chile) como el experimento deseado (Colombia, Perú, algunos incluyen a Chile), o el experimento novato (México).

El neo-desarrollismo recupera su “cotización” ante el proyecto de la derecha que busca ampliar el poder del capital imponiendo una matriz basada en la valorización financiera, en la profundización de la matriz extractivista y desindustrializadora. Las vías que se han mostrado inadecuadas para transformar la renta en acumulación recuperan algún prestigio frente a las vías que no hacen más que derrocharla, beneficiando al capital financiero y a los sectores más parasitarios de las clases dominantes. Las vías que tienden a preservar fragmentos de lo estatal y lo público (pero que no se plantean la posibilidad de crear espacios públicos contra la propiedad privada) se revalorizan frente a las vías que apuestan por el dominio absoluto del mercado y la privatización concentradora de lo público y lo comunal. Y es posible ir todavía más abajo en esta pendiente de compulsión a la repetición: las vías que promueven la “estabilización”, concebida como una ralentización del proceso de ajuste estructural y de restauración del poder del capital, tienden a presentarse como “progresistas” y hasta “nacionales y populares” frente a aquellas que apuestan a las acciones demoledoras y a las terapias de shock. Por cierto, en amplios sectores políticos ya se perfilan los y las que asumen abiertamente la condición de “ajustadores heterodoxos” porque creen que es susceptible de ser capitalizada políticamente frente a los “ajustadores ortodoxos”. En Argentina, no faltan los y las que sienten nostalgia por aquellos “buenos tiempos” de la “sintonía fina” kirchnerista posterior a 2011.

Asimismo recupera su “cotización” el viejo rol del Estado en el proceso de reproducción capitalista. Se idealiza al Estado burgués convencional, “capitalista colectivo” y reproductor de la preeminencia de la clases dominantes a través de diversas mediaciones frente a un Estado colonizado por los y las CEOs, un Estado convertido en fortaleza exclusiva del capital. Se llama “de izquierda”, a las políticas que promueven el desarrollo de unos lazos menos rígidos entre las clases dominantes y el aparato del Estado.

Se ha instalado con mucha fuerza una visión que parte de la separación entre crisis del capital y crítica del capital. Se trata de una visión política impregnada de cortoplacismo y superficialidad, de resignación y fatalismo, de ingenuidad u oportunismo. No sólo no se sacan conclusiones teóricas y prácticas de las experiencias “progresistas” recientes, no sólo no se asumen sus limitaciones congénitas, sino que recobran fuerza como horizonte político al ser presentadas como un paraíso perdido al cual es posible y necesario retornar cuanto antes. De forma deliberada, no se toman en cuenta un conjunto de aspectos que están en el núcleo de la crisis de los denominados progresismos y que fundan su inviabilidad como proyectos de transformación estructural y sustantiva en los planos económico, social, político y cultural.

En primer término la conciliación de clases y la no confrontación abierta con las clases dominantes. El progresismo fue, es, y todo indica que será, el resultado de un pacto conservador, por lo tanto constituyó bloques poco consistentes desde el punto de vista ideológico y orgánico. Invariablemente honró su alianza con los grupos dominantes. O sea, no se consolidaron auténticos bloques históricos sostenidos en el poder popular. ¿Podrá reeditarse ese pacto conservador en las actuales condiciones, sin auge de las commodities, sin superavit comercial, sin nuevas fuentes de renta extraordinaria, sin que medie un ciclo expansivo de la economía capitalista y un período relativamente largo de valorización exportadora? ¿Existen condiciones para una política capaz de dar cuenta, al mismo tiempo, de los intereses de las fracciones del capital local y trasnacional más poderosas y de algunos intereses básicos de las clases subalternas y oprimidas? ¿Es posible un nuevo ciclo que combine la valorización del capital (el aumento de la riqueza y de los ricos) con la redistribución del ingreso (la disminución de la pobreza y la “inclusión” de los pobres al mercado)? Los nuevos escenarios resultan incompatibles con las vías que promueven la “internacionalización, centralización y concentración del capital con redistribución” o los “beneficios extraordinarios para el capital monopólico con inclusión social”.

Las limitaciones de las experiencias neo-desarrollistas han quedado en evidencia, en particular sus incapacidades para superar condicionamientos estructurales y para frenar el circulo vicioso reproductor de la dependencia. Aunque se minimice el predominio en la industria de sectores concentrados a manos del capital extranjero, aunque se pase por alto su marginalidad en las cadenas globales de valor, aunque invada la amnesia respecto de los compromisos extractivistas de los modelos neo-desarrollistas, las políticas económicas impulsadas por los gobiernos progresistas estuvieron lejos, muy lejos del antiimperialismo y el nacionalismo que –en algunos casos– declamaron. El peso adquirido en las últimas dos décadas por el gran capital transnacional muestra que estos gobiernos también se apartaron del “nacionalismo empresarial”, o que, en todo caso, este resultó impotente frente a las tendencias macroeconómicas globales.

¿La única alternativa es extractivismo y agrobusiness sin distribución o extractivismo y agrobussines con distribución?

Luego están las limitaciones de las políticas redistributivas que no asumen la necesidad de realizar cambios estructurales en el modelo de acumulación o, sin llegar a tanto, que priorizan el acceso masivo a los bienes de consumo individual antes que el acceso masivo a los bienes sociales como tierra, vivienda, alimentación, educación, salud, etc.. ¿Será posible garantizar un mínimo de bienestar para la clase trabajadora sin realizar cambios estructurales en el modelo de acumulación, sin efectuar cuestionamientos medulares al neoliberalismo? ¿Será posible mantener los cuestionamientos retóricos al neoliberalismo con la profundización de la dependencia? ¿Se podrá disminuir la pobreza sin discutir seriamente la riqueza?

Por último, la aceptación de las reglas de la democracia representativa y delegativa (liberal) y la renuncia, cuando no el boicot sistemático, a toda práctica tendiente a la construcción de poder popular. La fórmula del progresismo fue: “distribución económica sin politización de las bases y con disciplinamiento social”. El poder político se redistribuyó en favor del capital. Por ejemplo, en Argentina y Brasil no se promovieron espacios de participación popular directa, de auto-gobierno popular, por el contrario, mientras se fortalecieron los pilares del viejo Estado y los costados ficcionales y emotivos de la democracia, se limitaron las posiciones de los espacios populares alternativos donde se ejercía la autodeterminación de los fines y autogestión de los medios. Los ejes prioritarios del progresismo fueron el realismo y el acompañamiento al sentido común de las clases subalternas y oprimidas en el marco del capitalismo democrático. Se desarticularon las instancias de alfabetización política productoras de sujetos críticos. Se apostó a una recomposición desde arriba del vínculo entre el Estado y las clases populares. Muchas de las políticas económicas y sociales del progresismo no hicieron más contribuir con el proceso de colonización mercantil de las conciencias, inocularon en los trabajadores y las trabajadoras la inutilidad del desear “a lo grande” y ratificaron los fetiches de los sectores medios. Esto favoreció un proceso de despolitización popular, basamento del conformismo de masas y una de las causas que explican los recientes avances de derecha. Porque uno de los rasgos característicos de la denominada “nueva derecha” es su capacidad para promover la despolitización de masas, desde el Estado y, sobre todo, desde sus baluartes en la sociedad civil.

En este aspecto cabe el contraste con la Revolución Bolivariana. En la Venezuela chavista, la racionalidad del sistema de dominación que constituye el magma de las articulaciones sociales sufrió importantes alteraciones. El desarrollo de una democracia participativa y protagónica, su estímulo (desparejo) desde algunos sectores del Estado, explican en buena medida la supervivencia del proceso bolivariano en un contexto sumamente complejo (por la agresión externa sobre todo, pero también por las limitaciones propias del chavismo institucional). En Venezuela, el chavismo hizo posible la conformación de un movimiento comunero que ejerce el autogobierno desde abajo y que, hoy por hoy, es uno de los pilares de la resistencia popular y el punto de apoyo de otras iniciativas vinculadas a la democratización de la economía, el control de los medios de producción, la construcción de un sistema económico comunal, etc.

Para gestar un proyecto nacional-popular radical, antiimperialista, anticapitalista y antipatriarcal, resulta una condición necesaria salirse de la serie que hilvana falsas opciones: modelo neoclásico o modelo keynesiano/estructuralista, modelo neoliberal o modelo neo-desarrollista/neo-estructuralista, capitalismo off-shore o capitalismo posneoliberal, gestión directa de los asuntos de las clases dominantes o gestión mediada y negociada de los mismos, Washington o el Vaticano. Es imprescindible salirse de esta serie para no repetir lo existente y fracasado.

Para gestar un proyecto nacional-popular radical es una condición necesaria liberarse de las elites políticas que se constituyen en intermediarias de un sistema al que consideran definitivo e incuestionable; por eso para ellas la política se reduce a un debate en torno al grado de agresividad de un mismo patrón de acumulación. Pero sin alternativas no habrá política. Política de verdad o “Gran política”. Política sin mistificaciones. Política que no sea ni reminiscencia ni repetición. Sin alternativas sólo habrá gestión de lo que existe con diferentes revestimientos declarativos, la administración de una decadencia.

Para gestar un proyecto nacional-popular radical es una condición necesaria ir más allá de las instituciones del Estado liberal. Los “golpes blandos” o las injusticias perpetradas por el poder judicial, las operaciones destituyentes de la “prensa libre” demuestran que estas instituciones fácilmente se vuelven en contra de cualquier proceso popular, aunque sea moderado. Estas instituciones pueden amoldarse fácilmente a las estrategias del Imperio, de ningún modo resultan incompatibles con la Guerra de Cuarta Generación.

El “primer ciclo progresista” muestra que el sistema puede tolerar ciertas anomalías acotadas, situadas en los marcos del sistema. De ningún modo las clases dominantes promueven esas anomalías, pero las aceptan como reaseguro de las continuidades de fondo en contextos de avance de avance popular. El capital no le teme a esas anomalías mientras no contradigan ostensiblemente la ley de continuidad del sistema.

En contextos de crisis de dominación, frente al desprestigio de las instituciones políticas tradicionales, las organizaciones y figuras políticas que aparecen como disruptivas y externas al sistema (pero que no asumen el horizonte de transformación radical del mismo) pueden devenir atractivas para las clases dominantes que no dudan en asimilarlos como conductores de una transición apacible y como garantes de las continuidades de fondo. O, sin llegar a ser atractivas para las clases dominantes, pueden se aceptadas por estas como el “mal menor”. Suele ocurrir que en la opción por los males menores y en el realismo que no confía en la potentia popular, muchas organizaciones dizque “progresistas”, “nacional populares” o “de izquierda” terminan coincidiendo con las clases dominantes.

Sin dudas, el progresismo podrá retomar al gobierno (en uno o en varios países de la región) pero difícilmente será igual a lo que fue. También podrá irrumpir por vez primera en los países que sólo han conocido el neoliberalismo duro, pero difícilmente pueda reeditar las “concesiones a dos puntas” del primer ciclo progresista y sus destrezas para emparchar algunos de los problemas del capitalismo dependiente. Nada presagia una segunda ola progresista “recargada”. Las nuevas condiciones no se lo permitirán. Su margen de maniobra, esta vez, será demasiado estrecho. Tendrá menos sustento la idea de un Estado que, en los marcos del sistema, asuma la función de reemplazo de la burguesía e impulse el desarrollo económico y social. También será más difícil la articulación de las retóricas nacional-populares con los proyectos que no asuman abiertamente el compromiso de reducir el poder económico, social y político del capital. Aunque el desquicio de la derecha y un descenso general en todos los órdenes le suministre algún oxigeno inicial en donde lo tibio y escaso aumente su valuación por un tiempo. ¿Y después qué? ¿Optará el progresismo por Dios o por el Diablo ante imposibilidad de estar bien con ambos?

Por su parte, las propuestas que ponen el acento de la honradez y en la honestidad de la clase dirigente, las cruzadas “anticorrupción”, cuando son sinceras, resultan incompatibles con la posición dominante del capital financiero, las grandes corporaciones trasnacionales y los poderes locales ultra-conservadores y reaccionarios. Sin políticas antiimperialistas y anticapitalistas se avanzará muy poco en la lucha contra la violencia y la corrupción y no serán viables las “constituciones morales”. El “honestismo” tiene limitaciones muy estrictas, sino logra excederlas se convierte en discursividad vacía e intrascendente.

Entonces: ¿qué será el progresismo? ¿Será copia degradada de sí mismo? ¿Se asemejará a lo que Ernesto Che Guevara llamó la planificación de las letrinas? ¿Cómo hará para reeditar sus funciones estabilizadoras del sistema en un contexto económico y político adverso? ¿Dará lugar a un conjunto de versiones raquíticas, ubicadas a la derecha de lo que fue la “primera oleada”? ¿O, por el contrario, se radicalizará, romperá la alianza pluriclasista, politizará las luchas sociales y socializará las luchas políticas al tiempo que asumirá horizontes anticapitalistas? ¿Combatirá la pobreza combatiendo a los ricos e impulsando decididamente los procesos de autoorganización y la autoconciencia de los y las pobres? ¿Acaso las mediaciones políticas existentes resultan aptas para darle una perspectiva política afín a los intereses de fondo de los diversos espacios de resistencia o aparecen más predispuestas a privilegiar sus vínculos institucionales? Como sea, nos cuesta pensar en un nuevo ciclo progresista en los términos que conocemos.

La lucha de clases tendrá la primera palabra. Puede ser que el pueblo tenga la última. Siempre y cuando logre exceder la condición de traicionado, engañado, dirigido, manipulado, suplente de la nada. Siempre y cuando resista el asedio de la conciliación que se cuela en sus acciones y en sus discursos y que alienta la participación subordinada en la política oficial. Siempre y cuando se libere de las direcciones componedoras, de los burócratas y los comisionistas del poder que buscarán administrar/regular la lucha de clases para perpetuar sus beneficios de casta o para concretar sus aspiraciones de ascenso social (no se perciben diferencias significativas entre los politiqueros viejos de la “Generación X” y los politiqueros jóvenes de la generación “milenian”, lo mismo cabe para las politiqueras). Siempre y cuando consiga dotarse de una organización y una política que esté a la altura del desafío del proyecto civilizatorio propio y alternativo. Siempre cuando este proyecto civilizatorio propio y alternativo posea un vínculo férreo con la cuestión del poder. Sólo así la práctica de los y las de abajo será auténtica praxis popular y no mero activismo plebeyo.

La única unidad que vale es la unidad interior de los y las de abajo. La unidad para la ruptura con las prácticas y los programas obsoletos. La unidad que coloca al conflicto en un piso más alto y no la que busca conjurarlo. Ese es un momento de unidad disruptivo y estimulante porque promueve las relaciones más genuinas y productivas. La unidad que se presenta como superior al conflicto es una unidad abstracta y está hecha a la imagen y semejanza del poder, aunque use el ropaje de la bondad y la justicia.

Si la unidad se construye en la lucha y en base a la imaginación, la democracia de base y la autonomía popular, si la unidad gira en torno a la construcción colectiva de un programa antiimperialista, anticapitalista y antipatriarcal, seguramente se podrá enfrentar a la derecha en las mejores condiciones posibles y, sobre todo, se podrá construir una base más sólida (un sentido, una visión histórica) para encarar el ciclo subsiguiente, para no tener que construir, después, de cero y desde la orfandad.

Lanús Oeste, 20 de Julio de 2018

*Profesor de Historia y Doctor en Ciencias Sociales. Docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Universidad de Lanús (UNLa). Escritor, autor de varios libros publicados en Argentina, Venezuela, Chile y Perú, entre otros: Piqueter@s. Breve historia de un movimiento popular argentino; ¿Qué (no) Hacer? Apuntes para una crítica de los regimenes emancipatorios; Introducción al poder popular (el sueño de una cosa); El socialismo enraizado. José Carlos Mariátegui: vigencia de su concepto de “socialismo práctico”; El Hereje. Apuntes sobre John William Cooke y Marx populi. Colaborador de los portales Contrahegemoníaweb, Resumen Latinoamericano y La Haine, entre otros.

El Constituyente Julio Escalona y los precios acordados

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Constituyente Julio Escalona: “Los precios acordados no funcionan porque tú no puedes negociar con quien te quiere derrocar”

22 julio, 2018  

“El Gobierno está infiltrado; hay un sector que quiere que bajen los precios y otro no”, denunció este domingo el integrante de la Asamblea Nacional Constituyente, Julio Escalona, quien le solicitó al Presidente Nicolás Maduro que utilice otros mecanismos distintos a la politica de Precios Acordados. Entrevistado por el periodista venezolano José Vicente Rangel, el constituyentista señaló que han pasado muchos meses desde que inició dicha política y no ha funcionado, en parte porque a los empresarios no les interesa que funcione.

Texto: Alba Ciudad, Correo del Orinoco y AVN

Señaló que, cuando fue a debatirse la Ley de los Precios Acordados el año pasado, a los constituyentes se les convocó al Palacio de Miraflores. “Yo dije allí, y eso está grabado, que eso no iba a funcionar por una razón muy sencilla: tú estás negociando con quien te quiere derrocar. Si los que están allí tuvieran la intención de buscar acuerdos en función del país, el resultado sería otro. Pero nunca han tenido la intencionalidad”, dijo sobre los empresarios, de quienes señaló de tener la misma actitud que en abril de 2002.

Señala que la información que tiene es que los empresarios no van a acordar nada. “Con un empresariado de ese tipo, no puedes pensar que vas a llegar a ningún acuerdo”.

Indicó que, tras nueve meses de intentar los precios acordados, no puedes seguir con ese método. “Los empresariarios se sientan en la mesa, simulan que negocian” pero “al día siguiente dicen que no llegaron a ningún acuerdo”. Por ello, dijo que hay que cambiar de método y de política.

“No es posible que se hable tanto de los precios desde el propio gobierno, y no pase nada. Que al día siguiente vas a comprar, y está más caro que el día anterior. ¡Eso no puede ser! Se habla de liberación de precios, ¡pero los precios están absolutamente liberados! ¡No hay ningún control! Yo no sé qué más libertad quieren los empresarios. Dicen: ‘Es que queremos que se liberen los precios’, pero ¡ellos los liberaron hace tiempo! Tienen más de un año en eso, todos los días cambiando los precios. ¡no pueden hablar de precios controlados!”.

“Un gobierno no puede permitir eso… no sólo un gobierno revolucionario, ¡ningún gobierno puede permitir que eso ocurra! Porque eso va en detrimento de la población. Cualquier gobierno que diga que representa intereses de la población no puede permitir eso. Entonces, yo reclamo que eso se esté permitiendo”.

Congelar precios

Propuso que hay que congelar los precios para negociar. “Eso es como cualquier guerra. ¡Alto al fuego, y entonces vamos a hablar! Pero, sin algo al fuego, no hay negociación posible. A menos que estés derrotado (…) Pero nosotros no estamos derrotados… ¡muy lejos de eso!”.

Escalona también reiteró que hay gente entre el pueblo venezolano que “le teme al aumento de los salarios”. Indicó que “los empresarios saben cuando van a subir los salarios y, en ese momento, aprovechan para aumentar los precios. Y los que ya aumentaron, los vuelven a aumentar. Entonces, ¿qué juego es ese? ¡Eso no se puede permitir!”. También señaló que “no hay una oposición interesada en solucionar los problemas del país”

Al pueblo venezolano, le propuso salir y expresar, de forma democrática y sin guarimbas, “que no está de acuerdo” con los problemas que hay con los precios. “Ha pasado un año y el gobierno no ha tomado ninguna medida viable sobre eso. Le toca a la gente asumir responsablemente, en vez de quejarse, salir y expresar sus sentimientos y su posición. Pacíficamente, cívicamente. No es que van a salir a tumbar al gobierno; yo saldría a defender al Presidente Maduro pero a exigirle, a pedirle que haga esto o lo otro”.

Denuncia infiltración en el gobierno

“Yo creo que hay una corriente de derecha que está en el alto gobierno, que está de acuerdo con los empresarios“, denunció Escalona. “Yo no lo puedo demostrar, ni me interesa demostrar eso aquí. Pero, que haya un año de precios acordados, que no haya pasado nada y se siga hablando de eso, ¿como lo llamas? Si tú eres gobierno, tienes que darte cuenta no a los 9 meses: ¡antes!, de que eso no está funcionando”.

Opina Escalona que dicha quinta columna proviene del extranjero y del propio gobierno estadounidense. “La mejor política para destruir a un gobierno es penetrarlo, infiltrarlo. El gobierno está infiltrado y eso tiene que ver con la política exterior e internacional”. Escalona cree que la principal evidencia de ello es que continúe la política de los precios acordados a pesar de no haber funcionado. “¿Cómo es posible que eso se mantenga sin que se tome ninguna medida? Hay algo allá adentro que no funciona. No hay un sólo gobierno. Hay un gobierno que quiere que bajen los precios, y parece que hay otro que no lo quiere”.

“A mí ya me dieron una paliza y me tumbaron la puerta de mi apartamento; quienes actúan de esa manera ya me tienen identificado como un enemigo”, denunció.

Indicó que él no desea que se prenda ningún candelero. “Yo quiero que se prenda el fuego de la rectificación, porque yo respaldo sin lugar a dudas al Presidente Maduro, y yo quier que el Presidente Maduro haga un buen gobierno. Esta crítica que yo hago es para que él la tome en cuenta y tome alguna medida frente a eso”. Recordó que él conoció a Maduro en la Liga Socialista, cuando tenía algo más de veinte años. “Yo no puedo olvidar a ese muchacho, con el que yo anduve. Me siento doliente de eso”, dijo.

“Yo creo que hay gente que está haciendo muy grave daño, porque, si hablamos de la salud (…) yo soy hipertenso y no encuentro medicinas. Hay una escasez real, eso es inocultable”. Indicó que hay personas recurriendo a tecnologías populares y alternativas, que existe una gran sabiduría popular incluso en el campo de la salud, y es necesario rescatarla y darla a conocer en estos momentos.

Incluir en la Constitución el delito de traición a la Patria

Julio Escalona también planteó que en la nueva Constitución que redacta la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) debe incluirse el delito de traición a la patria.

“Hay sectores de la oposición que trabajan contra la patria y contra el país. En el ejercicio de la política tú no puedes olvidar el país al que perteneces, a la cultura que perteneces, tienes que representar a todo ese pueblo”, dijo al referirse a las acciones que han emprendido desde hace varios meses dirigentes de la oposición, que han solicitado en el exterior una intervención armada y sanciones económicas contra Venezuela, con el propósito de derrocar al gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro.

Finalmente, el integrante de la ANC precisó: “El pueblo, este pueblo educado tiene que organizarse y actuar, dar a conocer, exigir, eso si, sin violencia”.

 

Venezuela y el reino de la incertidumbre

por Néstor Francia

Hay conceptos con los que me relaciono de una manera diferente a como lo hace la mayoría de las personas sensatas. Uno de ellos es el de la incertidumbre, que tengo en mejor consideración que las certezas, que no suelen producir sino conformismo y estancamiento. La incertidumbre, pariente directo de la duda, ha sido, desde siempre, uno de los detonantes principales de los avances humanos en cualquier sentido, y de las grandes ideas. Claro, yo no tengo grandes ideas, en la medida en que carezco de talentos especiales, así que lo que me espera después de mi partida es cenizas y olvido, pero no soy el tema de este artículo, para fortuna de todos.

Venezuela es reino de la incertidumbre. Adonde usted vaya será el mismo ritornelo: las quejas por lo que la mayoría percibe como una situación de anomia y de inacción. Aquí no se trata, como he dicho más de una vez, de si esta situación es real o no, sino de lo que la mayoría percibe, y en política la percepción es lo que decide las conductas de la gente,  a fin de cuentas. 

En la mayoría hay desazón, desesperanza, molestia. Hay la minoría consciente, militante, cercana al 30% de la población -no es poca gente- que mantiene viva, con esfuerzo, alguna llama de optimismo, pero aun allí crece el fantasma de la duda, es lo que he percibido en asambleas de esa vanguardia a las que he asistido. Allí trato de alejarme del presídium, si es que me toca, y acercarme codo a codo a los de abajo, para sentirlos, escucharlos, descubrir sus inquietudes, que son iguales, relativamente, a las que bullen en el pueblo llano no militante, es decir la mayoría.

La situación anímica del pueblo es revelada por la más reciente publicación de estudios de Hinterlaces, que no pongo en duda, no solo porque  casi siempre son acertados, sino porque además coinciden con otros estudios confiables a los cuales tengo acceso. El 53% adjudica la responsabilidad de las dificultades económicas al Gobierno y solo el 39% a la guerra económica o a las sanciones de Estados Unidos. Al preguntársele a la gente si confía o no en que en esta nueva etapa pueda el Gobierno resolver los problemas, el 51% dice no confiar y el 48% afirma que sí. No es tan malo, pero no admite empeoramiento, la tendencia dominante es a no confiar.

Me asombra pero no me sorprende la lectura que hace el medio oficialista privado VEA de otra cifra del mismo estudio, reveladora de que el 58% de los venezolanos prefiere que sea Maduro quien resuelva los problemas y solo el 39% que lo haga un gobierno de la oposición. El diario VEA resuelve esto con un llamado de portada que reza: “Confían en Maduro para ganar guerra económica” y luego cita los números de Hinterlaces. Es una interpretación banal, manipuladora e interesada de los números, no es periodismo, es propaganda. El mismo estudio con el que justifican el titular ha dejado claro  que solo una minoría cree en el argumento de la guerra económica y que la mayoría no confía en que el Gobierno pueda resolver los problemas ¿Se sigue creyendo que con propaganda se puede ocultar la realidad? Ok, sí se puede, pero no se debe, es mejor sincerarse ante el pueblo, asumir sus verdades y opiniones, compartir sus angustias y dejar de andar pensando que la gente es pendeja y va a comprar mensajes gastados, repetitivos y poco creíbles. Información veraz, se le llama.

Lo que realmente revela la cifra que VEA manipula es que en la Venezuela de hoy no hay alternativas, el chavismo es aparentemente la única opción real de poder. La mayoría sigue definiéndose como no alineados, pero son más los que desconfían de la oposición que quienes desconfían del chavismo. La oposición está pulverizada, desintegrada, con su imagen por el piso. No es que confíen en que el Gobierno pueda resolver los problemas, sino que es el único que podría hacer algo, en el sentido de que no se ve ni de cerca que pueda venir otro gobierno.

La verdad es que la dirigencia chavista está haciendo de tripas corazón para mantener la esperanza y ahora está hasta promoviendo debates, ante el hecho irrefutable de que estos se están dando y se seguirán dando, no porque nadie lo quiera o lo decida, sino porque van aflorando y desarrollándose  todas las contradicciones, también las que preví se desatarían con fuerza, en articulo de comienzos de este año, aquellas que existen entre el Estado y el pueblo, y en el seno del pueblo así como al interior del movimiento revolucionario.

He estado en dos debates el viernes 20 y el sábado 21 pasados, en mi carácter de Constituyente. El del viernes pudo desarrollarse apenas una hora, ocupado todo el tiempo en llegadas tarde de la gente (incluidos los dirigentes, por supuesto), discursos, instrucciones, acto cultural, plenarias antes y después de las “mesas de trabajo”. Por supuesto, no hubo tal debate, solo enumeración de propuestas. Algo parecido pasó el sábado. Allí al menos la gente se desahogó, presentó numerosas quejas e hizo algunas propuestas de distinto tenor. Ignoro que saldrá de estos experimentos, pero lo que sí es cierto es que el impostergable debate está ocurriendo en la calle, en medios no oficiales, en corrillos y reuniones informales, en redes digitales y va a continuar, más allá de las consignas, las frases hechas, las certezas acomodaticias y todo lo que huela a espectáculo político y mediático.

El mundo todo vive en caos e incertidumbre. Todas las contradicciones están en efervescencia, por todas partes, en todos los países, en todos los movimientos sociales. Entre poderes hegemónicos y poderes emergentes, entre poderes imperiales y fuerzas anti hegemónicas, entre ricos, menos ricos, pobres y menos pobres, entre los derechistas mismos, entre los izquierdistas mismos, entre los socialistas mismos, entre los capitalistas mismos. La incertidumbre reina, sí señor, también en Venezuela ¿Qué saldrá de todo esto? ¿Se acerca un gran cambio civilizatorio o el trágico final de todo el cuento humano? ¿Y en nuestro país, alguien sabe a ciencia cierta qué nos espera? ¡A mí que me registren!

De la guerra psicológica a la invasión de la República Bolivariana

Immagine correlatapor Oscar Barrantes Rodríguez

Una nueva marejada de intervencionismo se está orquestando por las fuerzas imperialistas y retardatarias de la región, como reiterada agresión a la República Bolivariana de Venezuela.  

Las señales están asomando como la basura que sale a flote en las arremolinadas aguas agitadas por las tempestades. En las habituales agencias del aparataje mediático y su matraca contrarrevolucionaria e injerencista, se ha intensificado la matriz de hostilidad, mentira, desprestigio  y falsificación de la realidad social y política de Venezuela bolivariana.   

La guerra psicológica ahora se centra en atacar el proceso electoral que culminará este 20 de julio con la votación presidencial. El acento es tratar de persuadir a las masas inconscientes y desinformadas del continente y el mundo, sobre la supuesta ilegalidad, irregularidad  e inconstitucionalidad de unos comicios declarados por los “campeones de la democracia” de Washington, como “fraudulentos e impuestos por la dictadura de Maduro”.  

El asedio de la calumnia institucionalizada por los mecanismos de dominación y la agresión para intentar derribar lo que llaman “el régimen de Venezuela”, se recrudece.  Es parte del esquema  en el plan general guerra que contempla además, el boicot productivo del empresariado vende patria, el sabotaje al sistema financiero, el acaparamiento y el “bachaqueo” con productos y artículos esenciales de la canasta básica.      

Los objetivos de esta campaña criminal que se fraguó desde el mismo momento en que el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías triunfara en las elecciones de diciembre de 1998, se concentran en  quebrar al pueblo venezolano con escasez, hambre, desesperación y desesperanza, cosa que no han logrado.

No obstante, el cerco con distintas facetas de una operación tenazas que se complementó en distintos momentos con “las guarimbas”, bandidaje, asesinatos selectivos, odio, destrucción de bienes públicos y privados, la quema de personas inocentes en plena vía pública, magnicidios ejecutados por terroristas infiltrados en el país, barbarie generalizada perpetrada por grupos de mercenarios reclutados, entrenados y pagados por fundaciones que trabajan para la CIA , el Pentágono y el Departamento de Estado, y como parte de un diseño de contra-revolución de colores y la aplicación de la doctrina del “golpe blando”, fracasaron siempre.

La Revolución bolivariana y el sabio pueblo humilde chavista han logrado con una estrategia de movilización, mesura política y un plan de paz, frenar la violencia y el salvajismo de la oposición oligárquica y contrarrevolución terrorista.

 La atinada dirección del Presidente obrero Nicolás Maduro Moros ha conseguido con el oportuno proyecto de la Asamblea Nacional Constituyente, el ejercicio perseverante de una democracia protagónica con un itinerario electoral ejemplar y, dirigido con excelencia y probidad por el Consejo Nacional Electoral CNE, derrotar el belicismo metódico y los disturbios engendrados artificialmente por el injerencismo  imperialista.   

A lo que se suma un audaz golpe de timón en la administración de los ejes productivos estratégicos, fortalecer la dirección proletaria de PDVSA, impulsar la autogestión productiva obrera, meter en cintura con medidas punitivas a las castas empresariales, corruptos y aprovechadores,  que sabotean la cadena productiva, y  económica y, poner en práctica la independencia monetaria con la “criptomoneda” el “Petro”. La implementación del diálogo constructivo y del debate inteligente como vía civilizada en la búsqueda de soluciones políticas en equilibrio con la soberanía nacional, y la libre decisión para escoger  un camino independiente y   una sociedad de derechos plenos.   

La recién finalizada  “Cumbre de las Américas” en Lima fue un ensayo más en la intentona por motorizar el acoso y la conspiración para sitiar la Revolución Bolivariana. Pretendían  recrudecer el bloqueo político y económico con el boceto concebido  de estrangular la República Bolivariana de Venezuela con una invasión, legalizada por el Secretario General de la OEA  y legitimada por una fuerza militar multinacional.

Como ha denunciado la analista Stella Calloni el “Comando Sur” ha planificado otra operación militar contra Venezuela.  La misma se mecanizará en el marco de los comicios  presidenciales que rematarán en las votaciones del 20 de mayo.

El plan se pormenoriza en un memorándum   del almirante Kurt W. Tidd jefe del tenebroso “SoutCom” que circuló en el   Pentágono. El proyecto militar se identifica como el “Golpe Maestro” o  “Masterstroke” como el nuevo bosquejo “para acabar con la dictadura de Venezuela”.  («Plan to overthrow the Venezuelan Dictatorship – “Masterstroke”», Almirante Kurt W. Tidd, Voltaire Network 23 de febrero de 2018.)

Una confabulación de Estados Unidos con gobiernos vasallos y las cohortes de marionetas a su servicio, bien retribuidas con dólares devaluados del Departamento del Tesoro.  Está en marcha su primera parte con una campaña para denostar al compañero Presidente Nicolás Maduro y la dirigencia del poder popular de la Revolución.  Con los usuales infundios repetidos hasta la saciedad sobre el modelo electoral venezolano procuran desconocer las elecciones del 20 de mayo. Pero, se juegan la carta electoral con un eventual triunfo de Henri Falcón o  derrocar el gobierno revolucionario y, “salir de Maduro” “con la nueva ofensiva, que utilizará todo el aparato propagandístico y mediático, más acciones violentas en «defensa de la democracia”.

Se ha filtrado que los asesores y expertos del Departamento de Estado y el Pentágono, han perdido confianza y ya no creen en la denominada oposición venezolana. Según ellos estas bandas de forajidos y asesinos que se dicen partidos opositores  y  la fuerza de la democracia y el progreso,“no tienen poder suficiente para poner fin a la pesadilla de Venezuela”, porque  es una traílla de corruptos, ambiciosos y rabiosos, que se disputan privilegios, puestos de poder y los fajos de billetes que les reparten las corporaciones petroleras,  el Congreso yanqui, la casa Blanca y la CIA.

El documento indica que en caso de fallar las primeras etapas se pasará a un  “Plan B, que incluirá a varios países imponiendo una fuerza multilateral para intervenir militarmente. Panamá, Colombia, Brasil, Guyana son puntos claves de la operación militar, con el apoyo de Argentina y de otros amigos, bajo control del Pentágono. Ya tienen preparadas desde las bases que ocuparán, los países de apoyo directo (fronterizos) hasta hospitales y centros de acopio de víveres para sus soldados”. (http://www.voltairenet.org/article201091.html)

Los pasos de Washington para una invasión a Venezuela   no son nuevos y se registran varias ocasiones en las que se han descubierto los ensayos de modelos militares, y maniobras preparatorias de la operación final para intervenir directamente, con el propósito de ahogar en sangre la Revolución Bolivariana.  

La agresión ha sido permanente y con un intervencionismo que vulnera todas las leyes internacionales y el derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación, probaron todos los tipos y guiones para derrocar a Hugo Rafael Chávez Frías primero, y a Nicolás Maduro Moros ahora, y   aniquilar la República Bolivariana de Venezuela. Una intentona fallida.   

Recuérdese que entre el  6 y el 13 de noviembre -2017- en la amazonia brasileña fronteriza con Venezuela se realizaron maniobras militares organizadas por Estados Unidos y con la participación de tropas del “Comando Sur”, los Ejércitos de Brasil, Colombia y  Perú. Se conoció como  la“Operación América Unida” y fue parte del “AmazonLog 17” un ejercicio militar al que 22 países  enviaron observadores militares. Las Fuerzas Armadas israelíes contribuyeron con armamento y medios novedosos que se probaron en la operación que está concebida en la estrategia de guerra contra Venezuela. (https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/que-hay-detras-de-las-maniobras-militares-conjuntas-en-la-amazonia-articulo-723088)    

El objetivo fue la construcción en las selvas amazónicas de una base secreta que permanece invisible y no aparece en ningún reporte militar o mapa, que operará como apoyo estratégico para invadir la República Bolivariana de Venezuela.   

*Círculo Bolivariano Yamileth López (CBYLO) – Centro Popular Costarricense de Estudios Sociales (CPCES) – San Ramón – Costa Rica

Mayo 14 de 2017

Ucraina: manifestazioni, scioperi e scontri in piazza

a cura di Enrico Vigna, 17 luglio 2018
SOS Ucraina resistente/civg

Guidati dai minatori, pensionati, reduci della guerra in Afghanistan, familiari dell’Associazione vittime di Chernobyl, protestano davanti al Parlamento di Kiev

Con una manifestazione di piazza guidata dai minatori, pensionati, reduci afgani e familiari delle vittime di Chernobyl sono scesi in piazza per protestare contro le misure economiche adottate dal governo ucraino, per annullare i provvedimenti che colpiscono in particolare l’industria del carbone, già in crisi profonda con la guerra nel Donbass, e contro le intenzioni delle autorità di chiudere numerose miniere, attualmente sono ancora circa 30.

Mikhail Volynets capo del Sindacato indipendente dei minatori ucraini, ha tenuto un comizio minacciando azioni sempre più dure se non verranno accettate le richieste dei lavoratori. “…I minatori di tutta l’Ucraina sono venuti a Kiev, ci siamo riuniti qui davanti alle mura della Verkhovna Rada dell’Ucraina per denunciare la sempre più critica situazione che si è sviluppata nel settore del carbone statale. Il debito dell’industria statale dell’energia comprendente il credito dei minatori delle miniere di carbone statali, è di 761,1 milioni di grivne (circa 28,9 milioni di dollari, ndt).

I manifestanti con dei picchetti hanno bloccato tutti gli ingressi e le uscite del Parlamento ucraino per ottenere un incontro con esponenti governativi.

La polizia indossava giubbotti antiproiettile mentre il servizio d’ordine dei minatori conteneva la rabbia dei dimostranti, che intendevano attaccare il palazzo, ma alcuni scontri nei dintorni della Rada sono comunque avvenuti.

La vice presidente del parlamento, Irina Gerashchenko, è uscito per parlare coi manifestanti ma è stata subissata da fischi e ingiurie; per placare la folla ha promesso di preparare un incontro di una rappresentanza dei dimostranti con esponenti della Verkhovna Rada.

“Tu parli e prometti, mentre qui i lavoratori e i cittadini sono gonfi di gas lacrimogeni… ci state avvelenando senza motivo. Fai uscire Paruby (il presidente del parlamento) adesso…”, urlavano dalla piazza.

Il deputato Andrey Nemirovsky uscito per incontrare i manifestanti è dovuto rientrare nel palazzo, invitando Paruby a uscire perché il clima in piazza era infuocato.

I dimostranti hanno ribadito la richiesta di indirizzare 6 miliardi di grivna per lo sviluppo dell’industria mineraria, di abolire la monetizzazione delle prestazioni, aumentare l’importo delle indennità e saldare gli arretrati degli stipendi.

Il Ministero dell’Energia dell’Ucraina ha dichiarato che i minatori devono smettere con le proteste che hanno solo lo scopo di attirare l’attenzione sul problema degli stipendi in ritardo.

Dallo scorso anno a oggi, ci sono state numerose proteste e scioperi dei minatori, dai minatori della miniera Kapustin, che per alcuni giorni si erano rifiutati di risalire in superficie, chiedendo il pagamento dei salari arretrati. A quelli della miniera di “Novodruzhesk”. Nonostante incontri e promesse con il Ministro dell’Energia e dell’Industria del carbone dell’Ucraina Igor Nasalik, il problema è rimasto irrisolto.

Il 22 maggio c’è stata a Kiev una conferenza stampa di attivisti sindacali, dal titolo: “Lo sciopero seguendo le regole, che ha provocato la paralisi della rete ferroviaria Ucraina, Ukrzaliznytsia”.

Nelle relazioni tra cui quella del presidente del Sindacato Indipendente dei Minatori di Ucraina e della Confederazione dei Sindacati Liberi di Ucraina, Mikhail Volynets, si è fatto il punto sui risultati dello sciopero ferroviario ad oltranza che c’è stato in Ucraina, durato otto giorni.

Lo sciopero partito dal deposito della città di Kremenchug il 14 maggio scorso, ha man mano coinvolto nella protesta, macchinisti dei depositi locomotive in diverse parti del paese: Kiev, Poltava, Zaporozhye, Lvov, Krivoy Rog, Sinelnikovo, Mironovka, Korosten. La richiesta è stata di maggior sicurezza nelle condizioni di lavoro e aumenti salariali.

Nel KSPU ( Sindacato Indipendente) hanno optato per uno “sciopero italiano”, così viene definito il tipo di sciopero, quando i lavoratori assunti seguono scrupolosamente tutte le regole e le istruzioni di legge e contrattuali relative alle norme del lavoro. Questo rallenta in modo significativo il processo di produzione, e lo sciopero “italiano” nelle ferrovie ha provocato la paralisi del lavoro di molte aziende che dipendono in maniera basilare dalle comunicazioni ferroviarie.

Questo è esattamente quello che è successo in una delle più grandi imprese ucraine la PJSC “ArcelorMittal di Kryviy Rih”, la più grande azienda siderurgica ucraina. Dato che l’intero ciclo di produzione, dal ricevimento delle materie prime alla distribuzione all’esterno dei prodotti finiti, a seguito degli scioperi si è fermato, nell’impianto metallurgico si è creato un vero e proprio panico. Il giornale filo-governativo “Nuovo tempo” ha denunciato questo tipo di proteste: “…Già ora si può sostenere che gli scioperi dei lavoratori delle ferrovie, porteranno a conseguenze estremamente negative nel paese. Anche senza prendere in considerazione la minaccia grave di un disastro causato dagli scioperanti nelle grandi imprese metallurgiche del paese, l’azione dei lavoratori delle ferrovie ridurrà le entrate in valuta estera in Ucraina che interesseranno la grivna e l’intera economia… “, ha scritto con inquietudine per gli eventi accaduti.

Anche il presidente dell’Associazione degli industriali “Ukrmetallurgprom” Alexander Kalenkov, ha lanciato l’allarme: “… In soli quattro giorni non abbiamo potuto caricare 126 mila tonnellate di prodotti. Per un mese si può calcolare un danno di 85-90 milioni di dollari. In questi giorni abbiamo perso un terzo delle esportazioni di tutto il minerale di ferro dall’Ucraina. Circa il 20-25% del deficit del commercio estero dell’Ucraina, che ora è in rosso per 400 milioni dollari, si è lamentato con forte preoccupazione…”.

Ovviamente egli ha anche evidenziato che la protesta dei lavoratori sono nell’interesse del Cremlino: “… possiamo già dire che lo sciopero dei ferrovieri porterà a conseguenze estremamente negative… Se la situazione persisterà l’industria metallurgica semplicemente perderà i suoi mercati esteri, che si rivolgeranno, prima di tutto, alle società russe… “.

Il 21 maggio è stato annunciato la fine dello sciopero. I lavoratori hanno raggiunto alcuni degli obiettivi, il che ha consentito la ripresa della produzione nel cuore delle industrie.

Ma altri lavoratori associati alla Confederazione dei Sindacati Liberi dell’Ucraina continuano altre azioni di protesta, come ha detto Mikhail Volynets. Il KSPU sottolinea che le azioni e le richieste dei lavoratori sono assolutamente legali e intendono “italianizzarsi” fino alla piena soddisfazione delle loro richieste.

Gli scioperi sono comuni in Europa, ma non in Ucraina, dove il movimento sindacale negli ultimi anni è stato calpestato e criminalizzato, così come ogni protesta sociale repressa, accusandola di essere diretta dalla Russia. Invece questo nuovo tipo di protesta, lo “sciopero italiano”, ha incrinato la dura repressione mostrando la realtà della situazione sociale dei lavoratori e della popolazione.

Inoltre, questo tipo di sciopero è particolarmente indicato da organizzare nelle piccole e più deboli realtà, quando le norme del diritto del lavoro prescritte ufficialmente non sono quasi mai osservate nel concreto del processo di produzione. Non sorprende che la classe dirigente dell’Ucraina cerca di screditare gli scioperi attraverso i media locali tutti controllati, mentre intimidisce i sindacalisti e i lavoratori minacciando rappresaglie, richiedendo agli scioperanti certificazioni particolari, sospensioni e altre sanzioni.

La ripresa e la presenza di organizzazioni di massa dei lavoratori organizzati, è un presupposto imprescindibile per la ripresa sociale, economica e politica del paese.

Sindacati attivi e legati ai lavoratori, potranno non solo arginare gli aumenti vertiginosi di prezzi, servizi e tariffe, ma anche impedire la distruzione delle imprese che sono state liquidate o smantellate in seguito ai risultati di Euromaidan.

Potrebbero ridare una speranza nel futuro a milioni di onesti cittadini ucraini, lavoratori, giovani, pensionati, attraverso il raggiungimento di un livello normale di vita, riconquistando servizi sociali e salari più alti, che ora sono al livello di indigenza, ma anche una resistenza popolare a questi governi golpisti e illegali.

Dopo il golpe di “Euromaidan” e tutto ciò che ne è conseguito, questo paese potrà trovare una via di ripresa e di sviluppo solo quando i diritti e gli interessi dei lavoratori e della gente comune, saranno non più calpestati ma rispettati. Forse allora anche scenari di pace relativi al conflitto nel Donbass potranno essere all’orizzonte.

Chissà che questa esperienza di lotta dei ferrovieri ucraini, utilizzando lo “sciopero italiano”, contribuisca a sperare, che un giorno tutto questo, sarà possibile in Ucraina… almeno di questo, nel nostro paese potremmo essere orgogliosi.

Fonti: RIA Novosti. Volyntsa. Nabat TV

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