Vigencia y actualidad en la construcción de un Nuevo Orden mundial multipolar y multicentrico.
Siempre, al hacer el análisis de clases en Asia y ademas en los diálogos sur-sur, norte-sur y las triangulaciones es importante decir que ya desde cuándo los dirigentes asiáticos y africanos se encontraron en Bandung (1955) se instauraron múltiples y complejas diferencias en medio de una lucha política que todavía no había alcanzado a la independencia total de los países asiático y africanos. Se instauraron en estés países dos formas distintas de tácticas y estrategias para alcanzar a una total y definitiva “interdependencia en el seno de la economía mundial”: de un lado quien como “los dirigentes comunistas que proponían salir del ámbito capitalista para formar – con la URSS, o bajo su liderazgo – un campo socialista mundial” y por otro lado, se decía que “el desarrollo era posible en la interdependencia en el seno de la economía mundial”. Al parecer, según estos ultimos, era posible alcanzar a la independencia por medio de un regimen político y económico que no necesariamente tendría que crear una ruptura (revolucionaria) con el sistema de dominación, explotación y sometimiento violento de las demás clases subalternas, soportado sobre el sistema económico y financiero capitalista y de un bipartidismo sectario y agresivo de una “Oligarquía nacional”, o amalgama indisoluble formada por terratenientes esclavistas, financistas y exportadores de materias primas y productos agrícolas; primero a Inglaterra, Francia y a otros países europeos y después, cuando a mediados del Siglo XX estas potencias coloniales fueron sustituidas, hacia los EEUU.
Esta heterogeneidad que se presentó en la Conferencia de Bandung (1955) y que conformó el movimiento de No alineados con el tiempo mostró casi todas sus contradicciones. A pesar de la buenas intenciones como la de Cuba que había osado oponerse en la teoria y en las praxis a la Roma americana, el Movimiento de los No alineados no rompió con su temprana y férrea alianza a las políticas económicas e financiarías capitalistas y sobre todo con el gobierno de los EEUU. Quien abrigue dudas puede consultar la entrevista del escritor Samir Amin: “ El 50 aniversario de la Conferencia de Bandung: hacia una nueva solidaridad renovada de los pueblos del Sur”, en la cual el marxista egipcio nos explica muy bien como en definitiva: “El Movimiento de los No Alineados que incluía a casi todos los países de Asia y Africa, fue perdiendo poco a poco su carácter solidario centrado en las luchas de liberación y el rechazo a los pactos militares, para transformarse en un sindicato que planteaba reclamaciones económicas al Norte”
Esta amalgama heterogénea entres un polo clasista que defendía un “status quo” y un otro que intentaba romper con la subalternidad económica y financiaría a nivel internacional, ha determinado objetivamente la “contradicción esencial” o como denominaba Lenin “el eslabón fundamental que permite agarrar los demás eslabones de la cadena de acontecimientos históricos”, y por esta razón cuando los marxistas cubanos cogieron teórica y prácticamente este eslabón, pudieron definir (también como lo planteaba Lenin) “la tarea fundamental” como una tarea anti-oligárquica y anti-imperialista que hiciera posibles los cambios esenciales que las masas proletarias, los pueblos oprimidos en lucha y los trabajadores cocientes hoy demandan, y que hasta la fecha de hoy han sido casi siempre postergados. Nunca nadie le planteó a las clases subalternas antagónicas o Pueblo Trabajador (según la categoría definida por Antonio Gramsci) “una tarea anti-elite y anti- Imperio”, sino contra una clase concreta definida histórica y universalmente, y contra la política de esa Roma Americana que (también desde su definición por Lenin) se llama Imperialismo y no “imperio” como la definió en forma ambigua el italiano Antonio Negri en su libro que representa uno de los mas claros ejemplos de aquel drama histórico y político que se suele definir como “eurocentrismo” (o como en este caso “italocentrismo”).
Con esto, y siguiendo la enseñanza (también de Lenin) de que “el arte de un político consiste en encontrar y asir con fuerza el eslabón que menos pueda ser arrancado de sus manos, que sea el más importante en un momento determinado y garantice lo más posible a quien lo posea el apoderarse de la cadena”; es que en el momento presente, el eslabón actual constituido por el proyecto de la construcción de un Nuevo orden mundial multicentrico, multipolar, multicultural, con paz y (sobre todo) con Justicia Social, nos permite hacer un análisis de clase al interior de lo que está sucediendo en medio de esta amalgama imperialista que (afortunadamente) no domina como en los anos posteriores de la caída del bloque socialista y de la URSS: la disputa entre un Orden mundial Unipolar dominado por EE.UU y la teoría de una mal llamada “fin de la historia” (o “fin de las ideologías), y la actual coyuntura internacional conformada por Países heterogéneos entres ellos y No alineados a los intereses de Estado Unidos ( me refiero a Brasil, Rusia, India, China, Sur Africa, Cuba, Venezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia, etc).
Partimos del hecho comprobado de que la teoría de la “fin de la historia” es la máxima coagulación en la esfera de la ideología idealista “post”: post-moderna, post-estructural, post-marxista, que el imperialismo estadounidense, y sus acólitos europeos, lograron imponer, paulatinamente, en todo el aparato mediatico y académico de la actual sociedad mundial contemporanea con sus escuadrones de periodistas asalariados y profesores alineados y subalternos a las políticas norteamericanas y en la ideologia del “American Way of Life”, a partir de las últimas Veinte décadas.
Sin embargo, el proyecto de un Orden Mundial Unipolar, donde EE.UU asometen a todos los pueblos a sus intereses nacionales (que son el control de todos los recursos naturales y energéticas del planeta) parece encontrarse en una crisis que no vee alguna salida por EE.UU (sino una guerra) y que pone a la atención de todos la cuestión de que si hay vida después del capitalismo y neoliberalismo? O a caso estamos de verdad – como no contaron los postmodernos frente a la “fin de la historia” y de “las ideologías” y por ende tenemos que alinearnos a este sistema económico y financiario que solo provoca sufrimiento, pobrezas, enfermedades y guerra?
En medio de estas circunstancias históricas, filosóficas, políticas e internacionales es necesario dar resalto al surgimiento de proyectos de integración como los BRICS, el G77+China (a nivel mundial); y el ALBA, la Unasur y la CELAC (a nivel de America Latina y el Caribe); avances en los procesos democráticos y anti-imperialistas en Bolivia, Venezuela, Ecuador, Argentina, Uruguay, Brasil (entre otros). Se ha generado una diferenciación, realineamiento y pugna extrema al interior de la amalgama oligárquica, imperialista y capitalista, inconcebible hasta hace apenas unos años a nivel internacional y alcanzó su máxima expresión en la Cumbre de el ano pasado de la CELAC en la Habana (Cuba), que trazó una línea divisoria en las políticas interamericanas entre quienes (por medio de una mal llamada Alianza del Pacifico) atenta al proceso de unión de la región, hacia una Patria Grande latinoamericana, bolivariana y martiana (Mexico, Panamá, Mexico, Colombia y Peru), y quienes está a favor de su completa culminación (Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Venezuela…).
Pero hay dos hechos políticos que están ejerciendo un peso muy importante sobre el eslabón actual, con el fin de impedir que se pueda agarrar el otro eslabón de la cadena que sigue a continuación: el de los cambios que la sociedad latinoamericana necesita y quiere. Uno, que la hegemonía social política, cultural y militar de EE.UU y representada por la alienación de el hombre todavia no ha sido derrotada. Y dos, que los EE.UU se han dado cuenta de esto, y lo que es peor aún, es que siguen utilizando la “guerra no convencional” en todas sus variables (“guerra mediatica”, “guerra psicológica” y el paramilitarismo) para realizar – como diría Antonio Gramsci – una “revolución pasiva” a la intención de equilibrar su propia hegemonía y dominio en lo que ellos desde el 1823 suelen definir como su proprio “patio trasero”: es decir, Latinoamerica.
Una “revolución pasiva” que pretende anticiparse a la refrendación de los acuerdos que se alcancen en la Cumbre de la CELAC en la Habana y claro, aniquilar la verdadera reforma que necesitan los pueblos de toda Latino America, hacia la Union Latinoamérica y sobre todo hacia el Socialismo del Siglo XXI. Un socialismo del Siglo XXI que muchas veces habló el comandante supremo de la Revolución boliviaria, Hugo Rafael Chavez Frías y que tal vez necesita de ser definido mas claramente para no caer en el riesgo que no se vean materializados estos proyectos regionales de unión latinoamericana, juntos a las nuevas triangulaciones a nivel internacional, hacia un nuevo orden mundial multipolar y multicentrico. Como solía decir el Presidente Chavez y como siempre nos repite el Comandante de la Revolución cubana, Fidel Castro, solo en el Socialismo hay otro mundo posible y finalmente solo dando una ruptura contundente con el capitalismo se puede alcanzar a un Nuevo orden mundial basado sobre el “buen vivir” entres los pueblos, en el respecto de nuestra Madre Tierra (nuestra Pachamama como dirían los pueblos ancestrales de Nuestra America), y en definitiva para alcanzar a un mundo de Paz con Justicia Social.
*Por Alessandro Pagani
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BIBLIOGRAFIA:
- Atilio A. Boron, Socialismo siglo XXI: hay vida después del neoliberalismo? Ediciones Luxemburg, Buenos Aires, 2008.
- Atilio A. Boron, Imperio e Imperialismo: una lectura crítica de Michael Hardt y Antonio Negri, Clacso, Buenos Aires, 2004.
- Francis Fukuyama, La fine della storia e l’ultimo uomo, Rizzoli Editore, Milano, 2003.
- Antonio Gramsci, Quaderni del carcere, Edizione Critica (a cura) di V. Gerratana, Einaudi, Torino, 2001.
- Vladimir Il’ich Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Ediciones en lengua extranjera de Pekín, 1975