por Renzo Amenta
Me refiero a dos videos. El primero es una colección de hipocresías y mentiras repugnantes. El segundo es de la red Redfishstream, en inglés, que muestra una realidad completamente diferente.
Solo comentaré sobre el primero, el segundo se comenta por sí mismo.
Tuve la suerte de presenciar personalmente el desarrollo del golpe de estado del 2 de abril del año 2002 y su conclusión. También esta vez experimenté personalmente en Venezuela los primeros signos del nuevo golpe, desde febrero del 2014 hasta el 2016, y desde Italia, a través de internet con trasmisión en vivo, redes sociales, grupos de WhatsApp y contactos personales locales, he podido seguir los desarrollos posteriores, hasta la fecha de hoy.
Ayer tuve la desgracia de ver el triste show en TV2000 de un documental innoble sobre Venezuela. En este documental hay expresiones de absoluta hipocresía, que resaltan la iniquidad moral de quienes lo produjeron y de quienes lo respaldan.
Es absolutamente cierto: en la guerra, la primera víctima es la verdad. En este documental se habla de los problemas de la población venezolana, y la culpa la tiene Maduro, sin ninguna mención a los años de bloqueo total por parte de los Estados Unidos y los Europeos (los colonizadores). Nadie dice que un barco cargado con medicamentos destinados a Venezuela fue bloqueado en España. Se dice que el país está sin luz y la culpa es siempre de Maduro, pero el periodista silencia los ataques y los sabotajes de las últimas semanas. Se dice que no hay agua potable, pero no se dice que es consecuencia de los sabotajes porque, si no hay electricidad, las bombas se detienen y las tuberías se vacían. Luego, cuando la energía regresa, debe expulsar el aire de las tuberías antes de que el agua pueda fluir normalmente y esto toma de uno a dos días.
Ahora los colectivos son el peligro nacional. Pero este periodista sabe muy bien que los colectivos nunca, NUNCA aparecieron en el lugar de las protestas, ni armados ni desarmados, sino que son grupos que se preparan para enfrentar guerra sembrada por los paramilitares colombianos.
¡Arrestos arbitrarios y torturas del ¡”régimen”! Esta es la pantalla de la impunidad, porque Guaidó y sus seguidores puedan matar, robar, quemar, pedir la intervención armada de una fuerza extranjera (traición a la Patria), pero si se aplica la ley, esta acción legitima se convierte en una opresión de las libertades y los derechos humanos.
Chacales disfrazados de corderos.
Los obispos tienen miedo de la guerra, seguro, pero solo por la parte que se refiere a su seguridad personal y la de sus amigos diabólicos, mientras que los chavistas pueden ser asesinados tranquilamente, incluso quemados vivos por los amigos democráticos de los obispos, como ya ha ocurrido en varias circunstancias, sin gastar una sola palabra de condena o incluso de consuelo para las familias. BUENISIMOS EJEMPLOS DE BONDAD EVANGELICA.
¡Pero esta es la última perla lanzada por el Monseñor, declarando con una cara hierática que Maduro no puede hablar de Jesús y del Evangelio, que son asuntos serios, y luego confirma que Maduro es un blasfemo!
Teniendo en cuenta los orígenes españoles de los colonizadores, ¿querrán restaurar la “Santa inquisición”?
Pero mientras tanto, las muertes por asesinatos políticos están todas del lado chavista, como estos:
Danilo Anderson, un juez que investigó el golpe del 2002, lo hicieron estallar con su auto;
Robert Serra, un diputado de 26 años, quien fue asesinado en su casa con su novia, apuñalados de la mano de doce matones colombianos pagados por la oposición. También en estas circunstancias, se escuchó el silencio absoluto por parte de la CEV.
De las masacres y torturas atribuidas de Maduro, ¡nunca dan los nombres de las víctimas! Exactamente como lo hicieron con Chávez.